Pasamos una hermosa tarde llena de amor con los camperitos que se pasearon por todo el predio. Corrimos, jugamos y nos divertimos muchísimo. El amor que recibimos fue inmenso.
Cada día son más personas las que deciden invertir su tiempo ayudando, haciendo donaciones y por supuesto dando amor y cariño.
Por otro lado, el trabajo de los voluntarios y profesionales día a día es digno de felicitar, la dedicación y fuerza que le ponen es inmensa. No hay forma de agradecer tanto esfuerzo.
Llegada la hora de irnos, nos retiramos desbordando amor y, por supuesto como todas despedidas, con un nudo en la garganta y unas profundas ganas de repetir esta visita todas las veces posibles.
#GeneremosElCambio
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